El domingo 23 de
noviembre fue una fecha inolvidable para la Escuela El Alma Encantada.
En una hermosa
noche familiares y amigos sumaron más de cien personas en el Teatro del Pueblo,
para compartir con los alumnos y alumnas del Grupo Adulto de la Escuela su
Muestra de fin de año.
Después de un
largo camino de trabajo, de juego y
mucha entrega, el Grupo llevó al escenario una muestra variada, en temas y
talentos, haciendo reír, emocionar y reflexionar al público presente.
El evento contó
con paneles y muestra de fotos a la entrada del Teatro, dando a conocer la
labor de la Escuela en este año, con los diferentes grupos.
La primer
presentación de la noche estuvo a cargo de Christian Manmana, con la escena “El
doble”. Un actor dividido confronta sus fantasmas creativos, reflexionando
sobre la vida y la sociedad, en la búsqueda de integrar polos tan intensos como humanos de la personalidad del individuo.
María Zaraik Goulú
presentó un pasaje del clásico texto de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, dando vida a la escena “Lazos”, en la cual el inteligente
Zorro conversa con el Principito sobre las relaciones y las plantaciones de
trigo. La poesía, el maquillaje y la manipulación de un títere, confeccionado
por María, revelaron al público toda la delicadeza del trabajo de la actriz.
“Detrás de escena”
fue un relato corporal y anímico interpretado por el actor Nicolás Ortiz. En la
escena el personaje del payaso se transforma antes de enfrentarse al público,
se maquilla y se coloca el vestuario, mostrándonos un “Detrás de escena”
atravesado por diferentes emociones.
Graciela Cardozo
nos ofreció intermitentes sensaciones de ansiedad y alegría, inquietud y
comodidad, en la experiencia de un personaje asolado por los sentimientos “De
amor y locura”.
En la escena
“Dichas y desventuras del amor” los actores divirtieron al público que a
carcajadas reaccionó a la trama creada e interpretada por el grupo.
El género cómico
fue trabajado por los alumnos de manera original, a la vez que mostraron un
clásico novelón con derecho a caras y bocas.
La comodidad de
los actores en escena generó un ambiente de complicidad entre público y elenco.
Al finalizar la
escena, las risas continuaron hasta con el escenario a oscuras.
Osvaldo Martina
interpretó “El legado”. Escena que reveló una rara relación entre el personaje
central, su fallecida esposa y la gata, mascota de la casa. El inquietante
maniquí en escena dejó pistas de libre interpretación para el público que fue
sorprendido con un insinuante baile entre actor y objeto.
“Luces y sombras”,
escena interpretada por Noelia Murúa, mostraba un personaje en poesía. El
texto, escrito por la propia actriz, era interpretado con una partitura de
movimientos corporales que llevaban al personaje a cruzar diferentes estados
anímicos, hasta mirar al público y concretar su importante revelación.
El pasar de los
años, los cambios de piel y de alma fueron los temas tratados por Marta Abregú
en la intervención “La edad”.
“La Bicicleta”
divirtió a grandes y chicos que estaban en el público. Matías Torres interpretó
un niño en su viaje de bicicleta por el cielo, para recuperar una pelotita
perdida. El juego de miradas entre el personaje y el público, los efectos
generados por el actor en cuerpo y sonido llevaron el público con él en su
viaje fantástico.
Blanca Díaz regaló
al público una intervención escénico-musical de gran emoción. Acompañada por la
canción de Sílvio Rodriguez, “Amanda”, vimos al personaje ganar vida en cuerpo
y sentimiento de la actriz.
“Despechada” fue
el título de la intervención realizada por Luisa Ceballos que también sacó
carcajadas del público que fue testigo del momento en que la esposa engañada
encuentra al marido en el teatro con la otra. Pero eso no fue un problema,
porque la estrella de la noche sabia, que el show tenía que continuar.
Gabriela Pugliese
interpretó “El anciano y el samurái” una fábula de la sabiduría budista en que
las puertas del cielo y del infierno fuero abiertas por un inexperimentado
guerrero samurái. Los cambios del
personaje y el mensaje del texto se destacaron en el trabajo de la
actriz.
El Teatro Forum es
un método teatral creado por el teatrero y dramaturgo brasileño Augusto Boal.
Esa técnica fue trabajada por el Grupo Adulto de la Escuela en el curso del año
y ha causado entre los integrantes mucho interés, tanto que resultó en la
construcción colectiva de la escena presentada en la Muestra.
El método prevé la
realización de una escena que represente un caso real, no ficticio, de la vida
social. En su estructura dramática algunos personajes son oprimidos por otros
opresores y la escena, sin resolución, queda colgada en su punto clímax,
momento justo en que el público es invitado a participar del debate y a
promover desarrollos posibles para la problemática presentada.
El Grupo eligió
como temática “el abuso de menores”, e
interpretó la situación en el contexto de las relaciones de una familia.
Una vez presentada
la escena y discutida con el público, la misma escena se vuelve a presentar,
pero pidiendo la participación del
público. En cualquier instante, con el grito de “alto” el
integrante del público puede pasar al escenario y, sustituyendo a alguno de los
actores, proponer con su acción, improvisada junto a los actores, una forma de
resolver el problema planteado.
Ese momento de la
Muestra fue especialmente rico, por la forma en que el público ha incorporado el tema,
participado y ofrecido muchas formas de resolución para la problemática del
abuso. Se discutió sobre el tema, y una reflexión importante se ha generado en
el teatro, a través del teatro.
El Teatro Forum,
practicado en todo el mundo es un arte “hecho por el pueblo y para el pueblo”
con la intención de dar al teatro un fundamento de transformación social y no
de mero entretenimiento. Lo que se vio en el Teatro del Pueblo El Alma
Encantada fue un público dispuesto a interactuar, a dialogar desde el arte y en
un contexto de diversión y confraternización, también se generó espacio para
reflexionar sobre prácticas sociales y posibles cambios necesarios.
La Muestra ha
terminado con mucha emoción y la entrega de los certificados a cada uno y de
los alumnos y alumnas del Grupo Adulto de la Escuela.
Un grupo unido,
alegre y dispuesto fue lo que se ha concretado en un año de muchos intercambios
y juegos. La Escuela desea agradecerles
a cada uno de ellos por su confianza y
compañía en el primer año de nuestra
Escuela, en la realización de este
sueño, la concreción de nuestro espacio de arte e integración.
Muchas gracias!
El año siguiente seguiremos compartiendo experiencias y creciendo en nuestro
camino artístico y humano.