La Muestra Anual de Niños y Adolescentes, celebrada el
30 de diciembre de 2014, fue un momento
histórico para la Escuela de Teatro y
una importante celebración cultural para toda la comunidad. Tras nueve
meses de encuentros, juegos y experiencias, alumnos y alumnas compartieron con
sus familiares y amigos, un público de casi doscientas personas, un
extracto de lo que trabajaron durante el
año. La notable participación de la comunidad nos demuestra
la importancia de nuestra Escuela como proyecto artístico, cultural y social
para la ciudad de Cosquín y para los niños y adolescentes que tienen en el
teatro un espacio de contención y expresión.
Los
primeros en subir al escenario fueron
los chicos del grupo de Niños, con la obra “La Sombrera” de María Elena Walsh.
Los chicos
grabaron un audio narrando la historia y la mostraron en el escenario.
Los vecinos
de Gulubú tenían un hermoso árbol que en primavera florecía sombreros, y por
eso se llamaba la Sombrera. Todos los años los vecinos cosechaban los sombreros
sin pelearse, compartiendo entre todos.
Hasta que un día apareció un señor muy rico llamado Platini, que se
llevó el árbol y lo plantó en su palacio, para poder vender los sombreros muy caro y ganar más y más dinero.
Pero las
personas del pueblo no iban a permitir que
el señor Platini se quedara con su querido árbol. Así que pidieron ayuda
al Viento. El viento enojado sopló tan fuerte que hizo volar todos los
sombreros y Platini corriendo atrás de ellos se terminó perdiendo en el bosque
de Gulubú. Así el pueblo recuperó su
árbol y pudo compartir sus lindos sombreros.
El segundo
grupo de Niños presentó dos obras:
La primera
“Año Verde”, de Elsa Borneman
El rey
prometía a su pueblo que luego llegaría el año verde. Ese tal año traería
abundancia, alimento y alegría para todos. Pero había que esperar...
Ocurre que
ese año nunca llegaba. Hasta que un día
alguien tuvo la idea de pintar todo el pueblo de verde, ¡y así pintaron las
casas, las ropas y caras, todo de verde!
La gente del
pueblo pidió hablar con el rey. Como el rey
no escuchaba bien se acercó para entender lo que decían, y también
fueron pintados de verde.
Una fuerte
lluvia lavó todo el pueblo y se llevó toda la pintura y ya nada más era verde…
Pero ahora
ya todos sabían que el año verde puede ser todos los años, y que depende de
nosotros.
El segundo
grupo presentó la obra “Las largas cucharas de palo”, un cuento ancestral
anónimo. Los dos trabajos se basaron en adaptaciones de Irene Singer y Mariana
Fernández
El cacique
de la tribu llamó a toda la comunidad para una gran fiesta.
El pueblo
contento preparó rica comida.
En la fiesta
se presentaron luchadores.
Un mago.
Bailarinas.
Y cuando
todos ya no aguantaban más de hambre, finalmente, trajeron la comida. Pero no
había cubiertos o platos, nadie podía comer.
Habían sí
largas cucharas con las que no se podía comer. Pero si uno compartiera con el
otro, así era posible.
Hasta el
público probó un poquito. Ya que de lo que se trata es de compartir.
También hubo
danza entre todos.
Entrega de
certificados. ¡Y mucha gente feliz!
Con el
teatro lleno parecía que la noche no daba para más. ¡Pero sí! Ahora es el turno
del grupo de adolescentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario